Dijo mi amigo en otoño de 1999: «Hay más SEXO en un susurro que en un pecho»
Y francamente, el chico tenía razón.
Le dije yo en julio de 2001, «Es más SEXY un bikini que hacer top-pless»
Pongamos que SEXO no es sólo lo que viene después; sino todo lo previo, y sobre todo la forma de mirar. ¿Cuánto dura el sexo? pues algunos encuentros de alto contenido sexual tranquilamente duran varios siglos, hay quien ha tenido amantes tan distintos que podría reescribir el guión erótico de toda la humanidad.
¿La luz en el cuerpo es sexo? Es uno de los elementos más eróticos del «baúl del sexo y sus secretos» si este existiera, y quizá existe, puede que cada uno tenga el suyo, pero yo no pienso preguntar a nadie, pues si algo hace al sexo especial es que sea íntimo. ¿Y si me dedico a poner una hoja de parra o una flor de loto sobre todos los pechos y pubis de la historia del arte? ¿Me habría cargado su touché sexual? En absoluto. Incluso lo habría magnificado, porque más potente que la vista es la imaginación, sin olvidar un perfume. Si el cerebro no fuese el órgano más erótico no existirían ni el sexo individual ni un gran número de lienzos.
Aunque tapase con un sujetador de sacro algodón lo que para Rafael debieron ser los deliciosos pechos de su Fornarina o pusiese pijama de invierno a la Maja desnuda de Goya, el mensaje erótico del placer seguiría vivo.
En muchas de las obras de arte en las que conviven sexo e inocencia el mensaje no radica en cuanta superficie de zona erógena enseñan sino en un halo expansivo que va desde la actitud o la postura del personaje retratado y por supuesto su mirada, ¿Nos mira a nosotros? ¿Mira al infinito? ¿Se mira a sí mismo o mira al cuerpo de otro? Sino que le pregunten a Tiziano y sus Venus con organista (¡Qué viva ese noble instrumento musical!) o al fotógrafo Alexi Lubomirski, «¡qué sexy!» dijo una que yo conocí. Pues detrás de lo Sexy está el Sexo. Honestamente, ya nadie se sobresalta por observar la parte carnal del sexo.
Si incluyese en este post grabados eróticos como los japoneses «Shunga», o como los llamados «I Modi» del italiano Marcantonio o «El origen del mundo» de Coubert lo que sorprendería sería la época en la que estas imágenes fueron creadas. Entonces ¿Qué nos causa rubor interior hoy día? (una sensación, por cierto, maravillosa) tal vez lo que decía mi amigo «el susurro», lo que me atrapa, lo que me excita. En el arte el sexo es una historia que hay que contar y que se cuenta con escorzos, sombras, senos, pubis, penes, muslos, espaldas, manos, velos, labios, saliva, con todo lo que erotiza un cuadro, en definitiva, con todo lo que enciende a un ser humano. Mira el sexo con calma y tendrás sexo que dure siglos, porque creo que lo menos sexy del sexo es el exceso o la prisa y lo más..(Los puntos suspensivos)
Muy bueno Faro, aprenderemos a mirar…
Sublime!!!! éste, sin duda, ha sido mi favorito junto con el del gitano sabio, ja ja!!
la imaginación es más potente que la vista…
gracias por despertarnos la imaginación con todos los «faros» ;-))
Gracias Javier, a ti y a todos los que me ayudáis a encender este faro
Leti como siempre estupenda, arriegada y con grandes intuiciones: «En muchas de las obras de arte en las que conviven sexo e inocencia el mensaje no radica en cuanta superficie de zona erógena enseñan sino en un halo expansivo que va desde la actitud o la postura del personaje retratado y por supuesto su mirada» y sobre todo con un estupendo sentido del humor que le permite poner un pijama de invierno a la Maja desnuda de Goya.
Brillante Bella.
Gracias Mercedes, en realidad sería divertido que un artista de hoy día hiciese una versión de maya con pijama
Como en todas las cosas, de la vida la imaginación supera a la realidad.Y el misterio en el amor incipiente es un estimulo.Me imagino a la «Maja» con pijama de «ositos».Un abrazo