Mientras te probabas ropa, ¿Te has colgado alguna vez por la conversación del probador de al lado? Esos mini espacios enfocados al espejo donde pasamos calor y quemamos calorías entre quita y pon son un soporte de comunicación que ofrece grandes posibilidades. Desde un probador se pueden escuchar las historias cotidianas más fantásticas: «descubrí que salía conmigo y con otra» (y yo en el probador de al lado con las orejas en punta), «mi jefa tiene faltas de ortografía y engaña a su marido con un francés» (y mis orejillas tintinean) «me flipa esta falda pero prefiero comprarle un buen regalo a mi novio» (Yeah! por el triunfo del amor). Estos instantes de vidas me hacen pensar que si una marca consigue meterte en el probador, y es hábil, puede hacerte picar el anzuelo con un buen mensaje. Aquí dejo varias acciones que podrían funcionar, y al más puro estilo del Equipo A. «si gustan a alguna marca quizá puedan contratarme».
1) En el espejo del probador de marca de moda. «Esa prenda tiene buena pinta, mete el código de su etiqueta en tu móvil y te ayudaremos a encontrar con qué combinarla»
2) Dos actores/actrices en el probador de al lado hablan de la marca: «Este pantalón acampanado es lo más, el pitillo ha muerto, hace el culo carpeta, me lo confirmó la directora de Vogue en París pero aún es nueva tendencia…» (En este caso la marca tendría que hacer un plan de mensajes para que calen pero no se repitan mucho, pura y excitante ESTRATEGIA)
3) En el probador de una marca masculina: introducir un gracioso kit de supervivencia: pequeño ventilador a pilas, un refresco, chicles, calcetines desechables, toallita desodorante y una bolsita de tela para dejar las gafas, la cartera y demás. ¿Objetivo? hacer más agradable la experiencia.
4) En el probador de marca femenina: Te encuentras un tarjetón que pone «Si te sacas una foto con el móvil combinando dos prendas y un complemento y la subes a nuestro perfil de Instagram podrás convertirte en escaparatista por un día y trabajar con nuestros profesionales en la próxima temporada»
5) En el probador de una marca de lujo escrito en un cojín. «Gracias por elegir nuestra calidad de producto, si entras en esta web podrás conocer y participar en nuestros proyectos de RSC»
6) Sinergia entre secciones de unos grandes almacenes: “¿No crees que tras probarte este bañador estaría bien pasarse por la sección de belleza e invertir en un buen protector solar?» ( según temporada)
Se nos pueden ocurrir más y mejores, el soporte y el entorno son parte vital del mensaje, ¿Qué harías para dar valor a una marca a través de un probador? ¡Hagamos un ejercicio de imaginación!, y respecto a la foto, es para recordar lo feliz iba Julia tras un gran día de compras…«tengo pasta gansa para gastar» , She said…
Me encantan tus comentarios de probador y muy ocurrente la tarjeta que le mandaste a papa a la par que cariñosa .un beso tu madre..
Gracias a ti y a papá por vuestro cariño y por se fans del Faro