Tan frágil como el propio artista, como cualquier ser humano. La vida es frágil, porque nuestro propio cuerpo lo es; aunque a veces parezca invencible no somos más que una pluma en el universo, que dicen que es negro y profundo. Pero de momento estamos aquí, con los pies en el suelo y el arte nos puede ayudar a reflexionar sobre el sentido de nuestra vida con lucidez e imaginación.
La obra de Thomas Nölle es visualmente fresca y serena, clásica en su presentación y osada en sus mensajes, en las cuestiones que nos plantea. Mientras transcurría nuestra charla sentí el anhelo de llenar mis días de nuevos estímulos, sin importarme tanto si son convenientes o rentables. Un pálpito que suele sobrevenirme cuando alguien que ha vivido mucho me habla de sus experiencias de juventud, pues es entonces cuando recuerdo que la vida es corta y que debemos valorar las infinitas sensaciones que nos ofrece, desde las extraordinarias, hasta las más cotidianas.
Thomas Nölle parece que fuese a quebrarse por fuera, sin embrago se hace fuerte cuando expresa sus ideas con absoluta sencillez y claridad. Así me contaba en nuestra charla en Puxa Gallery lo que trata de expresar con sus fotografías en cajas de luz; «Lautrec in Mind, Rubens in Mind y Abbott in Mind»
Fotografías con un efecto de desenfoque en las que vemos como otras personas observan obras de Toulouse Lautrec, de Rubens y de nuestra querida y pionera Benerice Abbott.
Ten en cuenta que cuando observamos arte se produce la maravillosa colisión de dos realidades: Lo que el artista intenta expresar y lo que nosotros, el público, llevamos dentro (información, códigos culturales, recuerdos personales) que nos ayudan a interpretar las obras.
¿Hasta qué punto puede el espectador entender el sentido que el artista quiso dar a la obra cuando la creó?
Un Rubens nunca será lo mismo para tí, para ella o para mí. Y esta es una de la grandes oportunidades que nos brida el arte, aportar nuestra propia visión de la obra, nuestro propio sentir.
Yo he visto con ojos incrédulos a personas correr por el Louvre y por el Prado…¿A donde irían? ¿Qué clase de fuego interior le impulsaría y hacia dónde?
Esto que parece un chiste fácil es a veces una triste realidad. Es comprensible que cuando viajemos, en ocasiones nos veamos arrastrados por un ansia de verlo todo, pero el disfrute y el placer no están en el TODO, sino en el gozo absoluto y consciente de una PARTE, elija cada uno la suya.
«El arte es un lujo mental» (Thomas Nölle)
Efectivamente, pero para saborear el lujo de observar y entender no hay que tener prisa. La naturaleza es la primera que nos enseña que cada proceso pide su tiempo. Para muestra una rosa, dime tú si hay algo más frágil pero que valga más la pena admirar. Una rosa y un recién nacido, podrían ser dos buenos ejemplos.
«La vie en Rose» es un vídeo que nos muestra un pétalo de rosa atado a un finísimo hilo de telaraña que baila en el aire en función del viento. Esta obra sirve de alegoría sobre la fragilidad de nuestra vida pero también de nuestra memoria colectiva. Se olvida el sufrimiento que provocan las guerras, entonces ese hilo se rompe y los desastres de la historia se repiten. Pero el ser humano se sobrepone, resurge gracias a sus fantásticas cualidades ( la compasión, la bondad, la empatía, la alegría) Tal vez seamos endebles, pero ¡Qué extraordinaria fuerza brilla en nosotros también! y ese hilo también refleja nuestra capacidad de amar y defender la vida.
Thomas Nölle (Alemania, 1948) participó en importantes movimientos europeos durante su juventud. Su trabajo incluye fotografía, collages, vídeos e instalaciones en las que aborda la relación del hombre con la naturaleza con una actitud crítica ante la celeridad del actual modo de vida de la gran mayoría de nosotros, y aunque su visión puede parecer en ocasiones pesimista, Nölle no renuncia en absoluto a reconocer la belleza del mundo que nos rodea, y ya sabes, si hay capacidad de admirar la belleza, hay esperanza.
Acércate a su obra en Puxa Gallery . Exposición «En passant» (hasta el 28 de marzo de 2020)
También hasta el 28 de marzo puedes disfrutar de sus fotografías en Casa de América. Un proyecto realizado entre 1979 y 1981 en el que documenta con su cámara aspectos sociales y medioambientales en Latino América así como acontecimientos sociales como la primera visita de un Papa a Brasil en la que se centró en las reacciones de las personas en las calles.
En nuestra charla Thomas Nölle me comentaba que le gustaría que surgiesen más diálogos en torno al arte y su capacidad para enriquecer nuestra vida. Nölle opina que desde su juventud en los años ´70 hasta hoy, la relación de los artistas con el dinero los ha ido alejando de una relación honesta con sus obras y con el público.
Pensando en artistas y en todos nosotros en realidad, ¿Es el dinero nuestro yugo? No tengo intención en demonizar el dinero, si se produce y se disfruta sin hacer daño a nadie es francamente apetecible. Sin embargo, podríamos reflexionar si realmente el dinero es un medio para lograr lo que deseamos, o un tirano que nos aleja de nuestras aspiraciones más nobles.
¿Para qué crees que sirve el arte? Pregunté a Nölle antes de despedirnos.
Puedo decirte que su respuesta no tiene un ápice de frágil, ni de cursi, ni de utópico; Al contrario, viene muy al caso. Precisamente ahora que dicen que en las redes sociales a veces se habla mucho y se piensa poco, pero…No está todo perdido ¿No crees?
Un abrazo desde El faro de Hopper