Caravaggio y sus seguidores veranean en el Thyssen

¿Qué hubiese sido de la historia del arte sin Caravaggio? Todo gran artista abre puertas a nuevas formas de mirar y de crear, pero este lombardo, pintor de día y «delincuente» de noche, aporta tal cantidad de audacias, (uso de la luz, humanización del tema religioso, dramatismo, verdad) que en resumen, pone carne y vida a lienzos que estaban dormidos. Pero ¿Quienes fueron sus primeros seguidores y cómo aplicaron sus técnicas? Quédate en El faro de Hopper y disfruta de este video y artículo, te vas a caravaggizar y por lo tanto, a disfrutar con mayor intensidad la exposición del Museo Thyssen. (hasta el 18 de septiembre)

Al igual que las penumbras que reinan en al atmósfera de sus cuadros, la oscuridad envuelve muchos aspectos de la vida de Caravaggio. Sin embargo, incluso en vida, su rotunda influencia hizo que artistas de toda Europa diesen un giro radical a su forma de abordar la pintura, y se atreviesen a vestir sus nuevas obras sin el corsé del dibujo clásico.

Ahora llegamos a una pregunta clave ¿Vamos a ver Caravaggios en esta muestra? Vamos aún más allá, en «Caravaggio y los pintores del norte» recorreremos la influencia de Caravaggio a través de las obras de  pintores del Barroco francés, holandés,italiano y alemán. Y por supuesto, veremos Caravaggios tan potentes como «San Juan Bautista en el desierto»

A finales del siglo XVI Caravaggio está en Roma realizando por encargo las pinturas sobre la vida de San Mateo en la Capilla Contarelli en San Luigi dei Francesi. Durante el s. XVI y a lo largo de todo el siglo XVII, Roma recibe la llegada constante de artistas de toda Europa y se va forjando así como capital indiscutible de la creación artística. Cada artista trae consigo su bagaje cultural y sus técnicas pero enseguida sienten ante la obra de Caravaggio algo jamás visto antes, algo que se ven abocados a continuar.

Rubens le echó el ojo 

Entre sus primeros seguidores están Rubens, (olé!) y artistas como Adam Elsheimer. Si nos centramos en el primero, podemos ver la mano de Caravaggio en los retablos de la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, el primer encargo de Rubens en Roma. El genial Rubens, no solo usa las luces caravaggiescas sino que utiliza los tipos humanos, sacados de modelos naturales y bastante sensuales, como vemos en su obra «Cabeza de Joven»

Cuando el gran Rubens vuelve a Flandes, es un artista reconocido y admirado con un prolífico taller, pero la influencia de Caravaggio queda en él de por vida. Y aunque Rubens enciende sus obras con los colores más brillantes, nunca abandonará la sensualidad y naturalismo en sus pinturas.

No me detendré en la influencia de Carvaggio en los pintores italianos, porque al compartir herencia cultural resulta sencillo entender que intercambian de forma natural valores pictóricos pero ¿Y los holandeses? La pintura italiana y holandesa trataban la realidad de forma bien distinta. Mientras mientras que hasta la llegada de Caravaggio, los pintores italianos idealizaban las escenas, los artistas holandeses eran meticulosos con los detalles, sobre todo con los paños.

Hendrick ter Brugghen fue el primer artistas holandés en llevarse a Utrecht «las mañas» de Caravaggio. Adopta el esquema compositivo de Caravaggio (la forma de ordenar las figuras en el lienzo) pero además, se esmera en reinterpretar la forma en que Caravaggio es capaz de representar con verdad la piel humana y los reflejos de luz que crean luces y sombras sobre los objetos.

Llegar a Roma y morder

Cuando Caravaggio llega a Roma  a finales del s. XVI, va vendiendo sus trabajos de escena costumbristas y naturalezas muertas, pero AH! La muerte en Caravaggio cobra vida, el gesto, la sorpresa, «la mordida»

La escuela de Utrecht se quedará con esta forma de dar vida a las escenas a través de los gestos imprevistos, de este toque natural que humaniza a los personajes de los cuadros.

Llegan los franceses, Pardiez! 

Cambiamos los tulipanes por la flor de lis ¿Cómo influyó Caravaggio en los pintores franceses de s.XVII? Tanto el refinado Simon Vouet, que enseguida se ganó el favor de los coleccionistas de Roma, como Claude Vignon, (que además viajó por España) tomaron de Caravaggio la intensidad de los colores degradados de claros a oscuros a través de las técnicas tenebristas y la presentación costumbrista de los temas religiosos. Fíjate en el David vencedor de Gloiat, uno de Caravaggio y otro de Vouet. Ambos oscuros y potentes. Ambos traen la figura de David muy al frente, Caravaggio es experto en traer adelante piernas, brazos o manos, dando una potentísima sensación de que las figuras se quieren salir del cuadro, lo cual   conmueve e intimida en igual medida.

La agitada vida de Caravaggio se trasladó a su forma de pintar, era pronto aún para hablar de action painting, pero podríamos decir que su enérgico carácter se trasladaba al lienzo, evitando así, según cuenta la historia del arte, dibujar sobre la tela. Caravaggio componía marcando los primeros trazos con grandes pinceladas. Y ahora la duda…que no la planteo yo sino el genial David Hockney ¿Usó Caravaggio la cámara obscura para componer sus lienzos? Y si la hubiese usado, ¿Perderían sus lienzos verdad? Este faro investiga y se pregunta  y siempre procura utilizar las mejores y más variadas fuentes. Sin embargo, usara o no usara este instrumento, antecesor de la cámara fotográfica, solo la mano de Caravaggio era capaz de hacer brotar sangre, sudor y exaltación de sus lienzos.

Date el gusto de explorar a los mejores seguidores de Caravaggio a través de obras venidas de museos de todo el mundo, desde la Galeria degli Uffizi de Florencia, el MET de Nueva York o el Rijksmuseum de Amsterdam. Y si quieres ahondar el documental de David Hockney aquí te lo dejo, (me llevó hasta el Jesús de la Iglesia, artista y colaborador de este faro) Las investigaciones de Hockney han sido rebatidas, y esto da vida a la historia del arte. Busca la polémica y sigue el caso, ve al Thyssen, súbete al faro y que nadie mire ni opine por ti.

Antes de irte de la muestra del Thyssen despídete de Caravaggio que te mira sujetando una lanza desde «El martirio de Santa Úrsula» pintado en 1610 semanas antes de su muerte en Nápoles. Tal vez encuentres ese fuego en su mirada que sus contemporáneos decían ver crepitar en sus pupilas. Un fuego, que como explicábamos en otro artículo de este faro, sigue vivo hoy en reconocidos artistas del siglo XXI.