Es al despertar. El momento más duro es cuando salgo del sueño y vuelvo a preguntarme si lo que nos está pasando es real.
El vacío de las calles, la preocupación por el corona virus, por la economía de nuestras empresas, y por nuestra propia salud metal. Voy respirando y recuerdo todos los buenos gestos que cada día tiene conmigo la persona a mi lado y las del otro lado de la calle, en sus jardines, en sus terrazas.
Lo cierto es que estos días sueño muchísimo. Mi buena amiga Humi me contaba por teléfono que ella también. Cada noche salgo, vivo situaciones disparatadas y divertidas, desde estar en una boutique maravillosa a la que se accedía por un porche antiguo lleno de flores y donde me probaba unos divinos conjuntos; Hasta que estoy sintiendo el calor de la tarde y el sabor de un helado en Sicilia charlando con mi hermana Sofía y nuestra amiga Bea, donde ahora estaría de no ser por este contratiempo que estamos ya mas cerca de superar.
Cada mañana me veo a mí misma como una mujer en la niebla, que oye voces amigas a lo lejos y trata de salir…y todavía queda tiempo
Pero no es momento para desanimarse sino para sacar a relucir el ingenio. Mientras despierto voy recordando mis sueños (los que tengo dormida) y mis proyectos (por los que lucho despierta) y viene a mi mente Xavier Veilhan.
Hoy «Lo bello de la vida a través del arte» pone el foco en la escultura de un creador contemporáneo que para mí representa El Coraje y la valentía en la adversidad.
Sin más, te dejo con la obra y enseguida te doy más detalles ¡Quédate con el faro!
«Sophie, 2007» Xavier Veilhan
Xavier Veilhan (Lyon,1963) trabaja con los conceptos que definen nuestra actividad contemporánea y los va traduciendo a su elegante y sereno lenguaje. Por ejemplo, el movimiento, la velocidad
De este modo, nos presenta en sus esculturas una imagen que podría representar la identidad del hombre y la mujer anónimos, habituales en los entornos urbanos.
«Mis padres me despertaron para ver por la tele la llegada del hombre a la luna; Creo que mi generación ama el dinamismo y la energía de la música Punk « (Xavier Veilhan)
Nuestra Sophie es preciosa y armónica como una diosa griega. El brillo del aluminio afacetado, esa construcción geométrica de su cuerpo envuelto en la gabardina, desvela un actitud dulce y dubitativa. Sophie pasea ajena a lo que pasa a su alrededor, nunca resignada pero sí embebida en sus pensamientos.
Es gris por fuera, lo cual no le resta fantasía, pues los juegos de luz que rebotan en sus planicies y en sus aristas la hacen participar de todos los colores del universo.
Pasea, y tiene la suerte de no tener prisa, avanza sin rumbo fijo y podría detenerse donde quiera. En un café, en una tienda de discos (sí, en el mundo que he inventado para Sophie la gente sigue comprando discos ) Esa actitud suya de estar fuera del tiempo me recuerda a esta estrofa de «Last train to London» de la ELO ( Electric Light Orchestra)
«There you were on your own, lookin’ like you were
The only one around»
(Estabas a tu aire, como si fueses la única persona que andaba por allí»)
Sophie es ajena a lo que sucede a su alrededor, ella tiene su propio mundo interior y por lo que conozco del artista que nos ocupa, su vibración vital se mueve también en variadas y complejas pistas.
Xavier Veilhan transita a la vez, con sello de inconfundible talento, por la sendas de la escultura, tal vez su faceta más conocida; Por los tortuosos caminos de las instalaciones y por los casi olvidados valles del cine mudo, para el que él y su equipo construyen los objetos que aparecen y desaparecen en sus películas. Objetos de gran tamaño, normalmente esferas, una forma que para Veilhan representa el Todo que perdura, aunque en la naturaleza existan pocas formas totalmente esféricas.
Trabaja usando diferentes tecnologías, y como en los talleres de los agrandes artistas antiguos, Veilhan se apoya en especialistas de distintos campos, creándose así en su estudio de París un intercambio constante entre creadores.
«La tecnología transmite cierta esperanza» (Xavier Veilhan)
Sin ningún genero de duda
A la espera de poder charlar con Veilhan en directo, encuentro en sus entrevistas a un hombre tímido y trabajador, (dice que no le gusta que parezca que da órdenes a sus compañeros de trabajo) parco en palabras y diría que modesto a la hora de explicar su propia obra, que por otro lado, sorprende y conmueve por sí misma.
Xavier Veilhan ha realizado diversas intervenciones en relevantes espacios públicos donde sus esculturas, en diferentes tamaños y colores, parecen recoger en su quietud toda la energía del devenir diario de la ciudad.
Tú eres uno más, yo soy una más y las personas de Veilhan (prefiero llamarlas, «personas» a «personajes») no son meros observadores sino que a su manera, aportan narrativa al espacio que ocupan.
En 2017 Xavier Veilhan representó a Francia en la 57 edición de la Bienal de Venecia.
Para tal ocasión, Veilhan aunó todas sus pasiones creando «Studio Venezia» un pabellón para experimentaciones musicales de todo tipo a modo de estudio de grabación, no en vano el propio Veilhan formó también parte de un grupo musical.
Para «Studio Venezia» Xavier Veilhan remodeló el interior de un pabellón forrándolo de láminas de madera en diferentes volúmenes geométricos a modo de «concha acústica» en tonos matizados de naranja, color que para Veilhan simboliza la energía de lo que está sucediendo en tiempo real.
Allí durante la Bienal, pudieron experimentar y tocar juntos artistas de diversos estilos, desde el clásico, hasta el rock y el folk, para sorpresa y deleite del público. ¡Qué pasada! ¡Debió ser genial!
Por supuesto, este proyecto recuerda al padre de las instalaciones, el artista alemán Kurt Schwitters, que en 1937 fue llenando las paredes de su casa de Hannover de objetos encontrados, algunos procedentes de la basura, y otros de los artistas de su tiempo, desde un billete de transporte hasta un trozo de corbata.
Creó así una instalación viva en contante evolución ( una obra muy audaz en su idea y ejecución pero a mi juicio un tanto agobiante) No cabe duda que Schwitters, trabajando con la técnica del collage creó con su Merzbau (como llamó a su proyecto) no solo un nuevo estilo de obra de arte sino una nueva forma de comunicación, el de las exposiciones inmersivas, en las que la propia obra es la exposición por la podemos transitar.
Hoy, Xavier Veilhan, con su código entre el Minimalismo y el Constructivismo de aires clásicos, se toma su tiempo para avanzar, no sé si recto hacia delante o en diferentes direcciones serpenteantes que recuperen disciplinas del arte que parecían olvidadas…pero eso es algo que ya iremos viendo.
De momento, nuestra Sophie es una mujer valiente, que sin duda, saldrá de entre la niebla. Un abrazo desde El faro de Hopper
Si quieres disfrutar de los capítulos anteriores de «Lo bello de la vida a través del arte» Aquí te los dejo.
Capítulo 1- Amanecer con Claude Monet
Capítulo 2- Tardes de Piscina con Robert Doisneau
Capítulo 3- Creer en uno mismo con Alberto Durero
Capítulo 4- Una tormenta con Walter De María
Capítulo 5- La familia con Jacob Jordaens
Capítulo 6- El Misterio con René Magritte